Magic Johnson está considerado como uno de los jugadores más importantes de la historia de la NBA. Se trata de una pieza de inmenso valor para los coleccionistas, pues es una de las camisetas llevadas por Jordan en su última temporada con los Chicago Bulls, en la que culminaría un ciclo para la historia con el sexto título. Pero su altura (actualmente mide 2’11) y la admiración que sentía por dos de sus ídolos deportivos, Michael Jordan y Kobe Bryant, le motivaron para creer en sus capacidades baloncestísticas, a pesar de ser un chico con sobrepeso debido a su adicción a los refrescos de cola y a todo tipo de bebidas gaseosas. La camiseta de Pau Gasol en los Lakers de Los Ángeles, con el número 16 a la espalda, es la decimoquinta más vendida de la NBA, dentro de una lista que encabezan el dorsal 5 de Kevin Garnett (Celtics de Boston) y el 24 de Kobe Bryant (Lakers). Siempre me han parecido curioso el dorsal del 0 (y del 00, ni os cuento). Lo que desconocía por completo es lo de los números del 1 al 5 en la NCAA, me ha parecido curiosísimo.
Al término del encuentro, el joven se mostró muy feliz por ese «momento especial» al «vestir esa camiseta por primera vez», pero podría haber tenido mejores números. Los dorsales del 1-5 (por cierto, no van más allá del cinco en las unidades. Pues sí, efectivamente una de las camisetas más bonitas y originales de aquella época dorada de la NBA, y que está muy bien que hayan vuelto a rescatar últimamente. Martínez señalaba entonces en tono jocoso que era «para que sepa que en la vida se gana y se pierde», ante lo que el que fuese ala-pívot de la selección española señalaba que la lección a aprender era que, «cuando vas contra un jugador profesional, tienes que esforzarte, hacerlo mejor y seguir trabajando». Jordi Rodríguez. Alero. 1’99. Barcelonés, lleva toda su vida formando parte de la cantera del Joventut. En cuanto a lo que más cerca nos pilla, yo me quedo con el sistema de dorsales de nuestra liga de fútbol: profesionales del 1 al 25 y filiales del 26 en adelante. Si se le nutre de minutos y balones cerca del aro, es imparable. El entrenador George Karl, ahora comentarista de televisión, dijo abiertamente que no era partidario del nuevo modelo porque a nivel del deporte del baloncesto no aportaba nada positivo, al contrario, perjudicaba a los jugadores.
Un éxito de una relevancia gigantesca, cuyos protagonistas (con el badalonés Dani Miret a la cabeza) forman parte ya de la historia más brillante de nuestro deporte. LeBron en la entrega de los ESPYS, los premios que cada año entrega la cadena ESPN para reconocer lo mejor del deporte. Y a Kiki Vandeweghe yo le recuerdo sobre todo en los Blazers de nuestro recordado Fernando Martín, no sabía que había jugado en Denver (según estoy viendo, jugó 4 temporadas entre 1980 y 1984, su primer equipo NBA antes de enrolarse en los Blazers). Los Nuggets (‘nugget’ significa ‘pepita’ -de oro, no de pollo, en este caso-, por los orígenes mineros de la ciudad de Denver) siempre recurrieron, desde su fundación, a colores de la familia del azul. Con ligeras variaciones, este esquema duró cinco años, cuando se simplificó el uniforme: blanco en casa, negro fuera. Y es que desde el 1 de enero de hace dos años, el campeón del mundo con Argentina lleva promocionando Arabia Saudí a través de sus redes sociales, con viajes familiares con todos los gastos pagados o a través de apariciones comerciales muy esporádicas ‘in situ’ en el país árabe. A sus 19 años, ha firmado por los San Antonio Spurs con el objetivo de triunfar en la competición estadounidense.
