Mientras unos mantenían sus guerras abiertas y obviaban lo realmente importante, Arnau dejaba que hicieran y él seguía llenando su despensa. Me invitó a un café en su casa y pasé un rato muy agradable con Mercedes, su mujer, y él. Las cosas siguen sin funcionar para los de Kerr y encima han permitido que se enchufe Tatum ahora.